El trabajo del cabo barber está relacionado con una vela llamada spinnaker, spy o, en ocasiones en español, espináquer. Este elemento del velamen, que también recibe apodos como “vela globo”, sirve para recoger el viento que llega por la popa del barco, entre los 90º y los 180º, aprovechando toda su fuerza para avanzar a gran velocidad. El spinnaker no es una vela sencilla de manejar, o esa fama tiene entre los navegantes, pero es especialmente importante en los barcos veleros de competición, un contexto en el que el rendimiento y la velocidad lo son todo y realmente marcan la diferencia.
¿Qué papel juega el barber en el manejo del spinnaker? Su principal función es evitar las oscilaciones de esta vela, oscilaciones que podrían perjudicar su rendimiento y, por lo tanto, disminuir la velocidad de nuestro velero.
Los cabos barber son relativamente cortos, y van atados una pareja de poleas a la altura del través del barco. Desde ahí, se anudan a las dos escotas (otro tipo de cabos que regulan el ángulo de la vela en relación al viento, controlando así como este indice en aquella) de la vela spinnaker. Concretamente, la braza se anuda por la zona de barlovento -dirección desde la que sopla el viento- y la escota por sotavento -la dirección opuesta-.
Gracias al barber se trae la braza a cubierta, y de esa manera la tripulación del barco tiene un control mucho mejor sobre el tangón del spy, el mástil lateral suplementario sobre el que se monta el spinnaker. La tensión del barber determinará el nivel de control: cuanto mayor sea la fuerza del viento, mayor tensión deberá aplicarse para mantener dominado el spinnaker, y con él la gobernabilidad del navío.
Dado que la utilidad del barber se centra principalmente en evitar la pérdida de eficiencia y velocidad en la navegación, su uso es crucial, como ya decíamos líneas arriba, en las embarcaciones de competición. Son los barcos veleros deportivos los que hacen un mayor uso del spinnaker, una vela diseñada para la velocidad. Un buen uso del barber añade precisamente eso, un extra de velocidad.
Como curiosidad, al cabo barber se lo denomina en inglés, lengua náutica por excelencia, Barber Hauler. Este cabo para el spinnaker fue inventado a finales de la década de 1950 en San Diego, California (Estados Unidos) por los hermanos Barber, a cuyo apellido debe su nombre este útil cabo.
El mantenimiento del barber es tan importante como el de todos los demás cabos de labor de nuestro velero, y las pautas son similares. Independientemente del material por el que nos hayamos decantado -poliéster, nailon, polietileno Dyna, etc.-, los principales enemigos de nuestras sogas son los rayos del sol, la sal del agua de mar y el natural desgaste producido por el trabajo constante.
¿Cómo protegerlas de ellos? Deberemos vencer la pereza y guardarlos siempre sin humedad, o con la menor posible, además de lavarlos de forma periódica con agua dulce y, sin es posible, un detergente suave o jabón neutro.
También veremos vigilar las posibles señales de desgaste, rozaduras, etc., así como la aparición de hongos, moho y similares. De esta manera, el barber durará mucho más, y nos evitaremos pérdidas de rendimiento durante la navegación y, lo que es más importante, posibles sustos y accidentes. Estos consejos, por supuesto, son aplicables a todos los elementos de cabuyería de nuestro velero.