Cuidado de los cabos náuticos

Pautas sencillas para el correcto mantenimiento de los Cabos Náuticos Unama

Desde el momento que compramos el cabo ya tenemos que ponernos a la tarea. Es importante que cuando cortemos el extremo del cabo (chicote) o para coger la longitud que nos vaya a hacer falta no dejemos hebras sueltas que harán que el cabo vaya deshilachando poco a poco.

Puedes utilizar un cuchillo eléctrico que vaya quemando y fundiendo las fibras entre sí. Si utilizas un cuchillo normal puedes quemarlo después con un mechero para conseguir el mismo resultado.

En el caso de que tengas un cabo de cierto grosor puedes también probar a utilizar cinta aislante por donde vas a cortar y te dará el mismo resultado, al final es recomendable utilizar una aguja e hilo para rematar los extremos.

Qué hacer para que los cabos naúticos Unama duren más

Los cabos de la jarcia de labor requieren una serie de cuidados muy sencillos donde el sol y la sal son los enemigos a combatir.

Lo primero que debemos hacer es vencer la pereza y adujar y guardar lo menos húmedos posibles los cabos que no utilicemos, ya que de otra manera sólo conseguiremos que se vayan deteriorando poco a poco.

Si vemos que los cabos empiezan a mostrar signos de desgaste y tenemos suficiente cantidad, debemos inmediatamente pasar a darle la vuelta y así evitar que coincida el punto de rozadura, una operación muy sencilla de realizar a base de guías para que no se nos cuele por el palo o los reenvíos de cubierta.

Eliminar la suciedad de la cabuyería

Si tenemos cabos que empiezan a estar sucios por verdín y polvo debemos seguir los siguientes pasos:

• Meter cabo en cubeta con agua mezclada con lejía al 10% y dejarlo durante 6 horas.
• Sacarlo y frotar convenientemente
• Enjuagar con abundante agua dulce, preferiblemente caliente
• Dejar a secar en lugar adecuado, mejor que no esté al sol y ventilado

Cómo deshacerse de la sal de nuestros cabos

Cuando los cabos empiezan a ponerse duros y cuesta trabajar con ellos es porque tienen demasiada sal, para quitársela hay que seguir unos pasos muy parecidos a los de antes:

• Meter el cabo en cubeta con agua dulce y jabón neutro durante varias horas.
• Cambiar el agua y repetir el proceso al menos dos veces para asegurarse que retiramos toda la sal.
• Sacar los cabos, escurrirlos y dejarlos a secar alejados del sol a poder ser en sitio ventilado.

Son unos consejos muy sencillos que además apenas ocupan tiempo, y cogiendo un saludable hábito de mantenimiento periódico hará que se alargue la vida de tu cabuyería Unama sin afectar a las características técnicas de los cabos y así pase más tiempo hasta que tengas que reponer el material.
 

Cabos de amarre, qué hay que hacer para que duren

Los cabos de amarre requiere una explicación más particular ya que son con diferencia los que se encuentran más tiempo trabajando, los que mantienen el barco en su sitio y a la vez, los que menos nos preocupamos de cuidar.

Estos cabos suelen romperse por rozamiento y esto tiene una sencilla solución que es colocando algún elemento protector que rodee al cabo en la zona de rozamiento.

Por ejemplo, es muy habitual colocar un trozo de plástico tubular como una manguera, de un diámetro ligeramente superior para que el cabo pase por su interior y así evitar el rozamiento.

Como el trozo de manguera puede desplazarse de su sitio, amarrando un cabito alrededor de la goma y después a algún punto fijo del barco podemos evitar que este se deslice y esté siempre haciendo su trabajo.

Los muelles que vemos en los cabos de amarre no se ponen tanto para mantenerlos en buen estado ya que como acabamos de decir, estos se rompen sobre todo por rozamiento, si no para evitar tirones innecesarios en el barco y sobretodo en las cornamusas.