La braza es uno de los muchos cabos náuticos que conforman la jarcia de labor de un velero, que es el nombre que recibe el conjunto de sogas manipulables de las que se vale la tripulación del barco para controlar todos los aspectos de su avance y maniobras durante la travesía.
Dentro de la jarcia de labor, que en ocasiones también se denomina jarcia viva, la braza desempeña un papel muy específico. La braza es uno de los cabos náuticos trenzados que ayudan al manejo de la vela conocida como spinnaker o spy.
El spinnaker es una vela grande, y además muy llamativa, ya que suele ser de varios colores. También se la conoce como vela portante porque su papel es precisamente ese: aprovechar los vientos portantes, que son los que entran en nuestro barco en un ángulo que va desde las bandas hasta la popa, es decir, entre los 90º y los 180º.Otros nombres que recibe esta vela son vela balón o vela de globo, lo que, si nos paramos a imaginarlo por un momento, refleja de forma muy gráfica su papel en un velero. Y es que el spinnaker o spy está diseñado, en definitiva, para aprovechar toda la fuerza del viento cuando esté sopla a favor de la nave. El spinnaker tiene fama de ser una vela rebelde y no siempre fácil de manejar, pero conocerla es tan importante como conocer todos los demás elementos de un barco velero. Cabe mencionar que en ocasiones su nombre se castellaniza como espináker.
El cabo náutico que llamamos braza está, como decíamos líneas arriba, vinculado a la vela spinnaker. Este cabo se extiende desde la bañera del velero (es decir, la zona protegida por las bandas) hasta el puño de escota, a barlovento, del spinnaker.
La interacción entre la braza y el spy se produce a través de otro elemento del velero que conocemos como tangón. Los tangones son pequeñas perchas o mástiles horizontales que se fijan en el mástil principal, hacia la proa del barco. Su función es mantener la vela en su posición correcta, separada tanto del mástil como de otros cabos secundarios conocidos como obenques. Globalmente estos palos laterales extensibles (desde el mástil o desde el cuerpo del velero) se conocen como botalones, de los que existen diversos tipos en función de la verga o vela con la que trabajen.
Para entenderlo y visualizarlo de forma sencilla, se podría decir que el tangón es una especie de botavara, pero vinculada únicamente a la vela spinnaker.
El cabo de braza está fijado a a esta percha secundaria, el tangón, y sirve para llevarlo hacia proa o hacia popa en sentido horizontal. Ya que el spinnaker está fijado al tangón, por medio de la braza podemos abrir, mover sostener y controlar esta vela en función de las condiciones del viento y la dirección desde la que sople. Además de la braza, el manejo del spinnaker implica también a muchos otros de los cabos habituales de un barco velero: escota, amantillo, contra, etc.
Como sucede con otros cabos del velero, las brazas pueden ser simples o dobles, dependiendo de si están formadas por una tira o si son dobles. También existen las contrabrazas, que no son otra cosa que brazas adicionales que apoyan el trabajo de las brazas principales.
Normalmente las brazas reciben un nombre específico según la posición de la vela con la que trabajen. De esta manera, tenemos brazas de babor, brazas de estribor, brazas de barlovento y brazas de sotavento.
Siendo el spinnaker una vela especialmente importante en los barcos veleros deportivos, cuando la velocidad es lo que realmente cuenta, la braza es un cabo que los patrones de ese tipo de embarcaciones deben tener siempre en cuenta.
El correcto manejo, supervisión y mantenimiento de la braza serán cruciales para que el desempeño del barco sea el que esperamos, y así evitarnos sustos o problemas en el peor momento. Y es que si esto es algo que debemos tener presente en todos los veleros, aún más en los barcos destinados a las competiciones, en los que el rendimiento lo es todo y la tripulación debe trabajar constantemente con las velas para buscar la dirección desde la que sople el mejor viento.
